La extraña isla

Era una mañana como cualquier otra, Mike Persley y Antonio Valencia estaban dando una charla sobre sus descubrimientos paleontológicos al sur de Uganda a sus alumnos de la universidad de Princeton . Al terminar la charla, todos los estudiantes se pararon y se retiraron del salón a excepción de uno que se quedó sentado en su lugar con una sonrisa de oreja a oreja. Al acercarse se dieron cuenta de que no era uno de sus alumnos sino un hombre de alrededor de 40 con un caro pero discreto traje y un maletín oscuro como la noche. Antes que los colegas pudieran decir algo el hombre se paró y exclamó,  “ Buenos días caballeros, represento a una empresa que está financiando un museo de ciencias naturales en Arabia Saudita. Mi empresa quiere que este museo tenga éxito y para eso necesita algo que ningún otro tenga. Creemos que existe una isla 100km al noreste de Colombia (mientras hablaba desplegaba sobre el pupitre mapas de todo tipo plagados de coordenadas) en la cual se creia que habitaron los Kriptadopulos, un ave predecesora a los dinosaurios. No saben exactamente su forma ya que nunca se hallo un fósil entero, pero ustedes podrían ser los primeros. La expedición es costeada por nuestra empresa, lo único que deben hacer es traer un fósil de Kriptadopulos para que nosotros expongamos en nuestro museo. Además recibirán una gran suma de dinero ¿Les interesa?

Cuando este hombre terminó de pronunciar la última palabra Mike y Antonio se miraron con cara de sorpresa y desconcierto. Luego de unos segundos uno de ellos preguntó “¿Por qué nos eligen a nosotros teniendo miles de paleontólogos en el mundo? y ¿Qué pasaría si nosotros no encontramos nada? A lo que el hombre de negocios respondió en tono calmado,  siempre con una pícara sonrisa en su cara como si secretamente planeara algo. “Ustedes, caballeros, son de los paleontólogos más inteligentes. Sus excavaciones fueron  de las más exitosas de la última década. En el caso de no encontrar nada la expedición será declarada como un fracaso, no obstante recibirán su paga”. Luego de decir esto las caras de estos jóvenes paleontólogos se vieron iluminadas por una gran sonrisa y sin dudarlo aceptaron la propuesta.

  El jueves por la madrugada Mike y Antonio finalmente llegaron a la misteriosa isla luego de un vuelo de 8 horas hacia Cartagena seguido de 2 horas en barco por el mar Caribe.

  Al desembarcar sintieron una húmeda brisa en sus rostros. Después de una larga caminata llegaron a una amplia pradera. La fauna era casi nula (a excepción de los insectos) y los pocos árboles que había poseían pocas hojas y  ramas  quebrantadas. El suelo estaba cubierto por tierra mojada lo cual era lógico ya que las lluvias abundaban en esa época del año. El poco pasto que había tenía un raro color gris opaco y sólo unos pocos rayos de luz iluminaban el lugar ya que el denso colchón de nubes tapaban el sol. Otra cosa que les llamó la atención era la baja temperatura que había en la isla, sobre todo por el lugar geográfico en donde estaba situada,  en el cual suele hacer calor casi todo el año. 

A la mañana siguiente comenzaron su trabajo paleontológico, “Creo que este será el mejor lugar para comenzar” Le dijo Mike a Antonio a lo que este asintió con la cabeza. Pasaron las horas y los jóvenes paleontólogos no tuvieron éxito. Cada vez que excavaban solo encontraban rocas y barro. Así pasó un mes y todavía no había señal del fósil que habían venido a buscar. Esto provocó una fuerte discusión entre Mike y Antonio los cuales se echaban la culpa mutuamente de su fracaso. La discusión no pasó a mayores ya que un fuerte rayo seguido de una intensa lluvia hizo que ambos corrieran a la carpa a refugiarse. Ya más calmados decidieron que excavarían un día mas y si no encontraban nada, declararían la misión como un fracaso y volverían a casa. Al día siguiente el clima había mejorado levemente, ambos se pusieron a excavar casi sin expectativas de encontrar algo. Las horas pasaron y nada. Cuando se estaba por rendir Mike escuchó que Antonio le grito “¡Lo encontré!” “¡Lo encontré!” y sin titubear fue corriendo a donde se encontraba el. Cuando llego, vio al fósil y por la extraña forma del cráneo supuso que debía ser el Kriptadopulos. Los dos hombre se abrazaron saltando de alegría y juntos terminaron de desenterrar el fósil. Como ya era de noche y estaban muy cansados fueron a su carpa a descansar ya pensando en su vuelta a casa y en el enorme descubrimiento que habían logrado. 

Al amanecer, Mike y Antonio se despertaron, todavía estaban sonrientes por finalmente haber encontrado el fósil de la criatura. Sin embargo, su cara cambió cuando salieron de la carpa y vieron que el oscuro y casi nulo paisaje de la isla se había cambiado rotundamente,los pastizales habían crecido y eran de un color verde brilloso, había decenas de árboles de toda clase, manzanos, palmeras, y otras especies.El sol brillaba con fuerza sobre toda la isla trayendo una cálida corriente de aire nunca antes experimentada. Ambos quedaron en shock no podían comprender como de un día para otro todo en la isla había cambiado. Estaban asustados, pero a su vez estaban asombrados por como todo era tan distinto. Luego de unos minutos, ambos entraron en razón y sin pronunciar una palabra cargaron los fósiles al barco y se fueron de la isla lo más rápido que pudieron, prometiendo nunca hablar de lo que vieron.

En literatura escribimos parte de una historia basados en una descripción de un par de palabras de un objeto con el que nos sintiéramos identificados. Después, tuvimos que ampliar esta historia utilizando alguna técnica propuesta en alguno de los capítulos de "El arte de la ficción", de Lodge. En mi caso, use el capitulo de simbolismos y el capitulo que hablaba de como darle sentido a un paisaje. Aplique estos conceptos en mi historia al utilizar el paisaje de la isla como un simbolismo para los sentimientos y emociones de ambos personajes (por eso cuando encuentran el fósil el paisaje cambia a uno mas colorido y vivaz ya que se encontraban felices. Lo contrario pasa cuando estos pelean ya que las lluvias empeoran porque estos estaban enojados).

Me gusto esta actividad ya que puse en práctica recursos literarios que no suelo usar como por ejemplo los simbolismos